Mi cielo se desvanece tras el último rayo de luz.
En lo más alto la despedida se hace dulce.
Siempre amanece a pesar de las enormes nubes.
Abrazados al cielo azul con entusiasmo.
Se nos llena de color, aromas frescos, esencias naturales.
Nos embriagamos sin mesura.
Sin pensarlo nos ponemos en guardia.
Todo parece tambalearse.
El orden no nos abandona.
Volvemos inexorablemente a nuestras raíces.
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